Hoy no podemos ir más lejos, bueno sí, pero ese viaje será otro 1viajealdia. Hoy volamos hasta Nueva Zelanda, el parque temático de la naturaleza de Oceanía. Dividida en dos islas, la isla norte y la isla sur, hasta aquí llegamos desde la megaciudad de Shanghái, donde para ver un poco de verde tienes soñar. La experiencia de recorrer Nueva Zelanda de norte a sur en una autocaravana fue lo más emocionante que habíamos vivido hasta la fecha. Afortunados por protagonizar una road movie en el país del Señor de los Anillos, hasta los segundos contábamos antes de que llegara el momento.
Mientras esperábamos el momento, no sabíamos si buscar información o esperar a que Nueva Zelanda nos sorprendiese, sin más. Si eres de los segundos, no sigas leyendo (aunque te recomiendo leer el primero por lo menos):
1. ¡No puedes llevar nada de alimentos! Al llegar a Nueva Zelanda, en el aeropuerto te registran todo el equipaje de mano para comprobar que no llevas ni una manzana. Hasta miran las botas por si tuvieran restos de tierra o lo que sea. Al ser una isla, se cuidan muy mucho de proteger su flora y fauna.
2. Si llevas algo de lo que no quieres desprenderte, no te preocupes. Hay una consiga donde puedes dejar lo que hayas traído y llevártelo a la vuelta. ¡Nosotros pensamos que nos tendríamos que comer todo fuet que llevábamos!
3. En mi opinión, el invierno austral es la mejor época del año para visitar Nueva Zelanda. Hay exactamente lo mismo pero con la décima parte de turistas.
4. Tanto en verano como en invierno, lo que sí que verás son ovejas por todas partes. Se estima que hay 6 ovejas por cada habitante. En las zonas rurales, hay un dicho que dice que las ovejas son “the unfair competition of women”. En 1982 llegaron hasta la cifra de 70 millones de ovejas.
5. Y es que, efectivamente, puedes recorrer kilómetros y kilómetros sin cruzarte con nadie. Solo paisajes y mucha soledad.
6. Siento decirte que no verás ningún kiwi. El animal nacional de Nueva Zelanda no se deja ver y es más escurridizo que un espía.
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